La imagen es cada día más importante en todos los aspectos de la vida y, si hay un elemento que destaca en ella es la sonrisa. Es capaz de transmitir emociones, pero también confianza y seguridad, además de que ayuda a elevar la autoestima.
Sin embargo, en muchas ocasiones, esa sonrisa se ve empañada o incluso se oculta por diferentes problemas dentales. Es en ese aspecto en el que la odontología cosmética encuentra su razón de ser.
Qué es la odontología cosmética
Esta es una rama de la odontología que se centra en el aspecto estético de la dentadura. Mediante diferentes tratamientos soluciona problemas tan comunes como dientes astillados, separados o desiguales; decoloración dental o manchas en algunas piezas; encías visibles en exceso, ausencia de piezas dentales, etc.
La odontología cosmética ayuda al paciente a mejorar su apariencia personal a través de la sonrisa. Sin embargo, algunos de los tratamientos que se emplean en ella también corrigen o evitan problemas dentales que van mucho más allá de la estética y que tienen relevancia a nivel funcional, como en el caso de la pérdida de piezas dentales.
Qué tratamientos se realizan
Los tratamientos en los que se apoya la odontología cosmética son muy diferentes. Por eso, debe ser siempre un profesional quien evalúe el problema y proponga la solución más adecuada para cada paciente.
- Blanqueamiento: determinados alimentos, el tabaco, algunos medicamentos, factores genéticos o la edad pueden alterar el color normal de los dientes o hacer que aparezcan manchas. Con este tratamiento se consigue aclarar en varios tonos el tono de las piezas, haciendo que vuelva a ser homogéneo y natural.
- Carillas: ocultan defectos como pequeños traumatismos, piezas de diferente tamaño o separadas, o decoloración. Previamente, se realiza un estudio de la dentadura para diseñar unas carillas que se ajusten a las características faciales. En el caso de las de composite, se aplica una resina en el diente y se talla. Las carillas Lumineers, de material porcelánico, se fabrican en laboratorio y luego se colocan sobre las piezas dentales.
- Coronas: su función es la de reconstruir piezas muy dañadas. Hoy en día, se fabrican en zirconio, un material muy resistente que imita a la perfección la tonalidad de los dientes naturales. Con ellas no solo se mejora la estética, también se recupera la funcionalidad de la pieza que recubren.
- Implantes: reponer las piezas dentales es tan importante por una cuestión estética como para recuperar la funcionalidad de la dentadura y evitar que el resto de las piezas se desplacen y generen otro tipo de problemas. En la actualidad, cualquier persona puede acceder a este tratamiento gracias a los implantes sin metal y a las técnicas mínimamente invasivas.
- Rejuvenecimiento de la sonrisa: no todos los tratamientos de odontología cosmética se centran en la dentadura. Hay otros factores que también alteran la sonrisa, como es el envejecimiento. En este caso, se actúa en la zona peribucal para atenuar las arrugas que en ella aparecen. Para ello se emplea ácido hialurónico, una sustancia que el organismo produce de forma natural.
Ventajas de la odontología cosmética
Gracias a los diferentes tratamientos, la odontología cosmética consigue que el paciente recupere o pueda mostrar una sonrisa natural y bonita. Este es un factor importante a nivel de relaciones sociales y también laborales, y ayuda a ganar confianza en uno mismo.
Por otra parte, son tratamientos que se realizan en muy pocas sesiones, por lo que los resultados se aprecian de manera inmediata. Y, además de ello, son indoloros, en el peor de los casos el paciente apenas notará una pequeña molestia.
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