Hoy en día, la expresión ‘inteligencia emocional’ está muy extendida. Se refiere, de una forma muy básica, a la capacidad de identificar y entender cómo podemos modificar o controlar nuestras emociones e interpretar las de quienes nos rodean. Ese concepto es aplicable a un sinfín de situaciones y aspectos, también al área sanitaria y, más en concreto, a la odontología bajo la denominación de odontología psicoemocional.
Pilares de la odontología psicoemocional
No hay que olvidar que muchos pacientes manifiestan miedos y fobias relacionados con las clínicas y tratamientos dentales. Y tampoco hay que olvidar que los profesionales deben hacer frente a estas situaciones y a momentos de gran estrés en su trabajo diario en la consulta de un modo empático.
La odontología psicoemocional es una de las herramientas que ayuda a los profesionales a enfrentarse a esos momentos difíciles y a pacientes especialmente complejos y reticentes.
Se trata de establecer una comunicación efectiva con el paciente para identificar sus emociones, ayudarle a expresarlas y controlarlas, generar confianza y que la experiencia en la consulta sea lo más satisfactoria posible. Y ese es un aspecto que beneficiará tanto al paciente como al propio dentista, que puede desarrollar su trabajo en mejores condiciones.
No solo la relación odontólogo-paciente es importante. También el entorno de la consulta juega un papel esencial en la gestión de las emociones. Por ello, otro pilar importante es conseguir que sea lo menos agresivo posible, aunque haya elementos que no se puedan evitar, como los sonidos del instrumental o determinados olores.
En ese sentido, la odontología psicoemocional también trabaja en minimizar los efectos que en determinados pacientes tienen esos estímulos que les resultan desagradables o intimidatorios. Lo intenta, por ejemplo, desviando su atención y focalizándola en estímulos alternativos.
Hoy, la odontología psicoemocional está muy extendida. Basta con comparar las consultas dentales con las de hace unas décadas. En la actualidad, el dentista dedica tiempo a escuchar, resolver dudas y tranquilizar al paciente. No solo eso, sino que las clínicas son espacios más amigables, la indumentaria de los profesionales es más desenfadada y las consultas tienen dispositivos multimedia para crear entornos de distracción.
Habilidades básicas
Aplicar la inteligencia emocional a la odontología ofrece grandes beneficios, pero para ello los profesionales deben ser capaces de desarrollar una serie de habilidades destinadas, básicamente, a la atención personalizada de cada paciente:
- Autoconocimiento y motivación: el punto de partida del dentista debe ser la capacidad de reconocer las propias capacidades y emociones para gestionarlas y desarrollarlas adecuadamente en el entorno del ejercicio profesional. Motivación y proactividad servirán para controlar la ansiedad y frustración.
- Control: identificar las emociones es la clave, pero de nada sirve si en un momento complicado el profesional se deja arrastrar por ellas. Por eso, tan importante como identificarlas es saber dominarlas y utilizarlas en el propio beneficio y, por supuesto, en el del paciente.
- Habilidades interpersonales: competencias como la responsabilidad, la asertividad y, sobre todo, la empatía van a ayudar a comunicarse con los pacientes, a entender sus emociones y a trabajarlas o moldearlas para que su paso por la consulta sea lo más satisfactorio posible.
- Habilidades sociales: son las que van a generar confianza. En este sentido, la capacidad de interactuar del profesional va a jugar un papel esencial. Para conseguirlo se necesita capacidad de escucha y diálogo, de persuasión y un profundo respeto. Solo si el paciente se siente cómodo para expresar sus temores o manifestar sus dudas el dentista podrá resolverlos con éxito.
En resumen, la odontología psicoemocional permite una atención más personalizada en un entorno menos intimidante para el paciente y una mejor experiencia en la consulta.
En Clínica Dental Carralero somos conscientes de la importancia de adaptarnos a esas exigencias y no hemos dudado en hacerlo. Por eso, en nuestra clínica dental en Xàtiva vas a encontrar a un magnífico equipo de profesionales que te escuchará, te entenderá y hará todo lo posible para que tu paso por la consulta sea siempre agradable.
