El esmalte dental es el tejido más duro del cuerpo humano y los dientes las estructuras más resistentes del organismo. Son capaces de soportar sin sufrir alteraciones más de 100 ºC. Pero eso no quiere decir que cuando llega el verano no estén expuestos a sufrir daños. El calor extremo en los dientes puede ser perjudicial, aunque de manera indirecta.
Las causas se suelen derivar de algunos hábitos que adoptamos en esos meses más calurosos, modificaciones en nuestras rutinas de higiene oral y de alimentación y ciertos cambios fisiológicos. Por ello, no hay que relajarse, el calor extremo en los dientes puede tener consecuencias a veces muy serias.
Por qué el calor extremo en los dientes es peligroso
Lo ideal es llegar al verano con la boca en el mejor estado de salud posible. Una revisión permitirá detectar patologías dentales como caries o gingivitis que conviene tratar cuanto antes. De esta forma, los dientes soportarán mucho mejor esos cambios en el día a día que, inevitablemente, experimentamos en verano.
¿Pero por qué es tan importante? Esencialmente, porque los dientes están más expuestos a los efectos de los rayos solares y a otros factores externos:
Cambios de temperatura
Los dientes pueden sufrir a causa de cambios bruscos de temperatura. Estos se producen, sobre todo, cuando en verano se toman bebidas o alimentos muy fríos. El choque térmico que producen puede hacer que el esmalte se contraiga ligeramente y, con el tiempo, se incremente el riesgo de que aparezcan pequeñas fisuras.
Cambios en la alimentación
Con el calor aumenta el consumo de helados, granizados y bebidas refrescantes que tienen, entre sus ingredientes, dosis elevadas de azúcar. Y ese azúcar es alimento para las bacterias responsable de muchas patologías orales. Por otra parte, algunas de esas bebidas, así como frutas típicas del verano, son ácidas, algo que tampoco beneficia a los dientes.
Síndrome de boca seca
Otro de los peligros del calor extremo en los dientes es la reducción en la producción de saliva, un protector natural de nuestra boca. Si eso ocurre, la acción de las bacterias puede ser mucho más agresiva, además de que se reproducirán con mucha mayor facilidad.
Relajación de las rutinas de higiene dental
Uno de los efectos del calor es que a veces cuesta mucho más realizar esas pequeñas tareas cotidianas. Y, cuando llegan las vacaciones, incluso es fácil olvidarse de ellas. Otra de las formas en las que se pueden manifestar las consecuencias del calor extremo en los dientes es una relajación de los hábitos de higiene oral. Si se suman a ello alimentos azucarados y una deficiente hidratación, aumentan las posibilidades de que aparezcan patologías orales.
Consejos para evitar las consecuencias del calor extremo en los dientes
Cuidarse en verano, a todos los niveles, es importante. Pero en el caso de la boca, es muy sencillo. Con solo algunas recomendaciones, la salud oral no se resentirá y podremos acabar el verano con una gran sonrisa:
- Mantener una buena hidratación para producir suficiente cantidad de saliva.
- Evitar bebidas azucaradas y ácidas. Mejor refrescos sin azúcar y sin burbujas.
- Dejar que bebidas o comidas frías se atemperen un poco antes de tomarlas.
- Si se toman bebidas como granizados, conviene hacerlo con pajita para que el hielo no toque el esmalte dental.
- Incrementar la ingesta de frutas y verduras, sus minerales y vitaminas son esenciales para los dientes.
- No relajar la higiene oral, llevar siempre encima un pequeño kit con cepillo y pasta dental ayudará a ello.
Y un consejo muy importante: visitar a tu dentista. Recuerda que la prevención dental es la clave para mantener una boca sana. En Carralero Clínica Dental Avanzada no cerramos por vacaciones, solo los días 1, 5 y 15 de agosto por festividad.
Si quieres iniciar tu descanso con toda la tranquilidad o si por cualquier motivo necesitas atención especializada, en nuestra clínica dental en Xàtiva te atenderemos como siempre, con especialistas expertos y en las instalaciones más avanzadas.