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Cuida de tus dientes para sonreír toda la vida

La sonrisa es una de nuestras señas de identidad. Una boca cuidada y con unos dientes sanos es el reflejo de una persona que se preocupa no solo por su estética, también por su salud. Esa es la imagen que se transmite a los demás, pero a nivel personal es un factor que aumenta la confianza en uno mismo y el bienestar general.

La prevención dental, de la mano de una buena higiene y visitas periódicas al dentista, es la clave para que esa sonrisa no pierda nunca su belleza natural.

¿Por qué la prevención dental es fundamental?

Cuidar de los dientes y de la boca es cuidar de la salud general. La prevención dental es la clave para evitar problemas que, a largo plazo, pueden tener consecuencias serias. Un tratamiento para eliminar la acumulación de placa bacteriana, una caries o una inflamación de encías es rápido y sencillo si se realiza a tiempo.

En cambio, cuando no se actúa de manera precoz, se corre el riesgo de tener que someterse a técnicas más complejas, como endodoncias, curetajes o cirugías para evitar la pérdida de piezas dentales. 

Pero la importancia de la prevención dental va mucho más allá. Es la llave para impedir que problemas que comienzan en la boca se reflejen en otras partes del organismo y provoquen una pérdida importante de calidad de vida.

¿Cada cuánto hay que ir al dentista?

En líneas generales, la recomendación es acudir a una revisión dental, al menos, una vez al año. Sin embargo, cada paciente es distinto y en determinadas circunstancias es aconsejable un seguimiento algo más estricto. Ese sería el caso, por ejemplo, de aquellas personas que sufren problemas en las encías, especialmente enfermedad periodontal.

En el caso de mujeres que estén pensando quedarse embarazadas o que acaben de confirmar que lo están, también es importante acudir a la consulta dental, ya que la boca es especialmente sensible a los cambios hormonales.

Y en lo que respecta a los niños, lo aconsejable es una primera revisión a los dos años y luego seguir una pauta de visitas anuales al dentista, salvo que este indique otras recomendaciones.

Ventajas de visitar al dentista con frecuencia

Dientes sanos

La prevención dental es el arma más eficaz para disfrutar de una boca en perfecto estado durante muchos años. Por estética, y también por funcionalidad, conservar los dientes naturales es fundamental. Ninguna prótesis o implante, por muy buenos que sean, pueden imitarlos al 100%. Con una buena higiene oral y visitas periódicas al dentista es posible conseguir que dientes y encías se mantengan sanos sin ningún esfuerzo.

Previene patologías orales

Las visitas regulares al dentista permiten detectar de manera precoz problemas como caries o inflamación de encías. Son problemas que, si no se tratan a tiempo, pueden desencadenar patologías tan severas como la enfermedad periodontal o provocar la pérdida de piezas. También sirven para detectar malos hábitos que provocan daños en los dientes, como es el bruxismo. 

Evita problemas de salud

Cuidar la salud oral ayuda a prevenir problemas que no solo afectan a la boca. Las patologías dentales pueden elevar el riesgo de desarrollar otro tipo de enfermedades o agravarlas. Ocurre con la diabetes y con problemas digestivos y cardiovasculares. Ciertos dolores de cuello, cabeza u oídos también pueden tener su origen en la boca. Todo ello, sin olvidar que una visita al dentista puede ser clave en la detección del cáncer oral incluso en sus primeros estadios.

Mayor bienestar

Una boca sana mejora la calidad de vida en muchos aspectos. Poder hablar, comer y sonreír sin problemas eleva la autoestima, mejora la confianza en uno mismo y ayuda a conseguir un buen equilibrio mental. Y todo ello, a su vez, repercute en el estado general de la persona.