Las carillas dentales son uno de los tratamientos de estética dental más comunes. Su gran ventaja es que permiten conseguir una sonrisa perfecta en muy poco tiempo. Prácticamente cualquier persona puede someterse a este tratamiento y, además, los avances técnicos actuales permiten elegir entre diferentes tipos de carillas y diseñar la mejor sonrisa para cada paciente.
Beneficios de las carillas dentales
Los beneficios de las carillas dentales son muchos y van más allá de simples cuestiones estéticas. Una sonrisa bonita ayuda a sentirse mejor y a elevar la autoestima. Si la persona se siente bien consigo misma, aumenta la confianza, y esta lleva aparejada una mejora en las relaciones sociales.
No hay que olvidar, por otra parte, otros beneficios destacados para decidirse por un tratamiento con carillas dentales:
- Sonrisa natural: los más modernos materiales hacen que se pueda reproducir perfectamente tanto la forma como el color de los dientes originales, de modo que no se aprecia la diferencia entre las piezas que llevan carillas y las que no.
- Disimulan imperfecciones: las carillas dentales ocultan defectos como una mala coloración de los dientes, huecos interdentales, fisuras, desgaste del esmalte o pequeños traumatismos. Y todo ello, en apenas un par de sesiones.
- Poco invasivas: la colocación de carillas dentales no supone una agresión para el diente. No es necesario tallarlo ni rebajarlo como en el caso de las coronas. Bajo la carilla la pieza se conserva sin alteraciones. Y su colocación es rápida, sencilla y completamente indolora.
- No son agresivas con las encías: las carillas no suponen tampoco ninguna agresión para la encía. Ni provocan reacciones alérgicas ni facilitan la proliferación de bacterias dañinas para la boca.
- Duraderas: los nuevos materiales con los que se fabrican las carillas dentales garantizan que estas se van a mantener en perfectas condiciones durante muchos años. Simplemente es necesaria una buena higiene oral y seguir algunos consejos para su cuidado.
Tipos de carillas
Precisamente por el material en el que están fabricadas, se pueden distinguir dos tipos de carillas:
- Composite: se fabrican en resina sintética de alta resistencia que se aplica en forma de pasta directamente sobre el diente para luego darle la forma deseada.
- De porcelana: en este caso se realiza una impresión de los dientes para fabricar en laboratorio las carillas y luego colocarlas sobre las piezas originales. Destacan las carillas Lumineers, que son especialmente finas, sin perder por ello la resistencia ni la naturalidad del resultado final.
En cualquiera de los casos, antes de la fabricación o tallado de las carillas se realiza un diseño ajustado a las características y necesidades del paciente. Con él se producen en laboratorio unas carillas provisionales, es el “mock up” de sonrisa, que permite apreciar el resultado final del tratamiento o introducir pequeñas modificaciones en el diseño si fuera necesario antes de colocar las carillas definitivas.
Por último, se fabrican las carillas finales. Así, en apenas un par de sesiones, los pacientes pueden lucir ya su nueva sonrisa.
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