La apnea del sueño es un trastorno respiratorio común. Se calcula que entre un 6 y un 8 % de la población española padece apneas o hipoapneas. Sin embargo, es muy complicado determinar con exactitud cuál es su prevalencia. El motivo es que se trata de una patología muy infradiagnosticada.
Conocer los síntomas de la apnea del sueño, identificarlos y acudir al especialista en caso de que aparezcan es importante. Un diagnóstico precoz permitirá iniciar tratamientos adecuados y evitar así las consecuencias negativas que para la salud tiene no dormir bien.
¿Cuáles son los síntomas de la apnea del sueño?
A nivel popular se suele asociar este trastorno con el ronquido. Pero, aunque sea una de las señales más frecuentes y perceptibles de esta patología, hay otros muchos síntomas de la apnea del sueño:
- Pausas en la respiración que pueden ser prolongadas y finalizar con un ronquido fuerte.
- Jadeos al respirar mientras se duerme.
- Despertares nocturnos, dificultad para mantener el sueño.
- Necesidad de levantarse por la noche a orinar.
- Sueño agitado, pesadillas o hablar dormidos.
- Sequedad de boca y faringe al levantarse.
- Dolor de cabeza por la mañana.
- Somnolencia diurna y fatiga.
- Falta de concentración o problemas de memoria.
- Irritabilidad, estado anímico bajo y cambios en la personalidad.
- Aumento de peso.
- Disfunciones sexuales o disminución de la libido.
Muchos de estos síntomas de la apnea del sueño no son perceptibles por quien sufre este trastorno o no se relacionan con él. De ahí la importancia de conocerlos y acudir al médico u odontólogo lo antes posible.
Factores de riesgo en la aparición de la apnea del sueño
Identificar los síntomas de la apnea del sueño es especialmente relevante en personas que tienen algún factor de riesgo asociado a este trastorno. Esos factores son muy diversos y pueden ser genéticos o adquiridos:
- Disfunciones o problemas anatómicos en la vía aérea superior: obstrucción nasal, paladar grande, amígdalas hiper desarrolladas o lengua con una base muy gruesa, entre otras.
- Malformaciones maxilofaciales, como una mandíbula o maxilares pequeños o mandíbula retraída.
- Cuello grueso: las personas con mayor circunferencia de cuello suelen tener las vías respiratorias más estrechas.
- Obesidad: los cúmulos de grasa alrededor de las vías respiratorios pueden dificultar la respiración.
- Factores genéticos: si en la familia hay personas que sufren apnea del sueño se incrementan las posibilidades de padecerla.
- Sexo y edad: los hombres son más propensos a manifestar síntomas de la apnea del sueño, también las personas mayores.
- Consumo de alcohol o sedantes, puesto que relajan los músculos que intervienen en el proceso respiratorio.
- Tabaquismo.
- Ciertas enfermedades como trastornos endocrinos o neuromusculares, accidentes cerebrovasculares, enfermedades pulmonares o trastornos hormonales.
La detección precoz de la apnea del sueño es fundamental
La apnea del sueño no solo puede afectar a la calidad de vida de quien la sufre. También puede tener consecuencias muy serias para la salud que van desde hipertensión a problemas cardiacos, alteración de la función hepática o trastornos metabólicos. Y a ello habría que sumar el riesgo de sufrir accidentes de tráfico o laborales por falta de concentración.
Los síntomas de la apnea del sueño se reflejan en la boca y algunos de los factores de riesgo se manifiestan en su estructura. Por ello, el odontólogo puede diagnosticar esta patología e iniciar un tratamiento para evitar las consecuencias de este trastorno y devolver la calidad de vida que haya podido perder el paciente.
En pacientes con apnea del sueño leve o moderada, ese tratamiento pasa por el uso de dispositivos mandibulares. Son férulas que se hacen a medida y que fuerzan a la mandíbula a adelantarse ligeramente. Con ello se consigue abrir las vías respiratorias y mejorar la respiración, evitando esos periodos de apnea. Además de ello, son dispositivos discretos, pequeños y cómodos de llevar que no impiden hablar o beber.
Si has manifestado alguno de los síntomas de la apnea del sueño o hay alguien en casa que los padece, no dejes pasar el tiempo. Cuanto antes se diagnostique y se trate, antes se recupera la calidad de vida.
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