El correcto desarrollo de la estructura facial y de la dentadura en la infancia es muy importante. Más allá de un aspecto estético, puede influir en ciertas funciones de la boca y en la salud oral, presente y futura, de los niños. Ese es el objetivo que persigue la ortodoncia interceptiva: prevenir o corregir de manera precoz posibles anomalías que de mayores será mucho más complicado tratar.
Qué es la ortodoncia interceptiva
La ortodoncia interceptiva u ortodoncia funcional es un tratamiento dirigido especialmente a niños que aún no han desarrollado la dentadura definitiva. A esas edades su estructura maxilofacial está en pleno crecimiento y es más moldeable. Expresado de otro modo: se puede “guiar” el desarrollo orofacial y también el crecimiento de los dientes para que sean los adecuados, evitando así problemas como maloclusiones o apiñamiento dental.
Es, por tanto, un tipo de ortodoncia preventiva para pacientes pediátricos. En lo que respecta a la edad indicada para el inicio del tratamiento, depende de cada niño. Lo aconsejable es que el odontopediatra realice una revisión antes de los seis años. Podría incluso iniciarse algo antes, si existen síntomas evidentes como los siguientes:
- Malformaciones de origen esquelético.
- Apiñamiento o separación excesiva de los dientes.
- Respiración oral.
- Dificultades a la hora de masticar.
- Dificultades para pronunciar ciertos fonemas.
- Hábito de succión, es decir, chuparse el dedo o chupete.
En lo que respecta a la duración del tratamiento, dependerá de cada paciente, pero lo habitual es considerar entre 12 y 18 meses.
Patologías que trata la ortodoncia interceptiva
Este tipo de ortodoncia, que es muy poco invasiva, permite abordar con éxito diferentes tipos de anomalías:
- Corrige el crecimiento anómalo del maxilar inferior y ensancha el maxilar superior.
- Previene y corrige maloclusiones dentales.
- Asegura el espacio necesario para el correcto crecimiento de los dientes definitivos.
- Corrige problemas derivados de la succión, como puede ser un paladar estrecho.
Además de ello, el tratamiento ofrece algunos otros beneficios añadidos, como un equilibrio de las facciones que mejora la apariencia facial o una mejor higiene oral. También reduce las dificultades inherentes a tratamientos de ortodoncia correctiva que puedan ser necesarios en un futuro.
Tratamientos de ortodoncia funcional
La elección del tratamiento más indicado dependerá de diferentes factores, desde la anomalía que presente el niño hasta su edad. Por esa razón, es imprescindible un estudio previo en profundidad de cada paciente.
Existen aparatos fijos como disyuntores o expansores palatinos, pero también removibles, mucho más cómodos para ellos. Dentro de estos últimos, hay tratamientos bien diferenciados:
Ortodoncia infantil Myobrace
Es un tratamiento que puede iniciarse a edades muy tempranas, a partir de los cuatro o cinco años. Su objetivo es estimular un correcto crecimiento y alineado de los maxilares, de modo que los dientes tengan espacio suficiente para su normal desarrollo. También ayuda a corregir malos hábitos como la succión, a que la lengua se coloque en una posición correcta y, con ello, a que las vías respiratorias se desarrollen de forma adecuada.
La ortodoncia infantil Myobrace trabaja con una férula removible de silicona que los niños solo tienen que llevar durante la noche y una hora más durante el día.
Invisalign First
Este tratamiento de ortodoncia interceptiva está indicado en pacientes con dentición mixta, es decir, a partir de los seis años. En este caso, trabaja con férulas de un material transparente que el niño debe llevar de día y de noche, pero que se pueden quitar para comer y para la higiene oral. Es un tratamiento muy cómodo para ellos porque los alineadores se hacen a medida y son de muy poco grosor. Apenas perciben que los llevan puestos y ese es un factor clave para que acepten con naturalidad el tratamiento.
Invisalign First ofrece una ventaja añadida, puesto que además de abordar alteraciones en la mordida y desviaciones moderadas del arco dental o la mandíbula, guía el crecimiento de los dientes definitivos. Los alineadores se diseñan para que ejerzan presión en unos puntos muy determinados y es esa presión la que «obliga» a los dientes a crecer rectos y bien alineados.
Un apoyo indispensable: terapia miofuncional
La ortodoncia interceptiva cuenta con un gran aliado, que es la terapia miofuncional. Gracias a ella se consigue corregir hábitos que causan alteraciones dentales o en la propia estructura de la boca, como pueden ser una mala posición lingual al tragar o incluso al dormir, no cerrar la boca al comer o hábitos como la succión digital.
Carralero Clínica Dental Avanzada: especialistas en ortodoncia interceptiva
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