La maloclusión en niños tiene una prevalencia elevada. Según la Encuesta de salud oral en España 2020, publicada por el Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos, un 31,6% de los niños de 12 años presenta una maloclusión leve y hasta en un 15,6% es moderada o severa.
La maloclusión tiene tratamiento. De hecho, no corregirla puede desembocar en alteraciones que afectan no solo a la salud dental de los niños, también a su bienestar e incluso, de manera indirecta, a su desarrollo.
Qué es la maloclusión y qué la causa
Se habla de maloclusión cuando los dientes de la arcada superior e inferior no encajan como deberían. Esto incluye sobremordidas, así como mordidas cruzadas, abiertas, inferiores o superiores.
No es solo una alteración estética. Para que las mandíbulas puedan trabajar bien, deben alinearse perfectamente. Si no es así, aparecen otro tipo de disfunciones o patologías que pueden tener consecuencias muy negativas.
Es fundamental tener en cuenta que la maloclusión en niños suele manifestarse a edades tempranas, de modo que la visita al odontopediatra es fundamental para su detección precoz y para evitar su impacto en la salud de los más pequeños. En lo que se refiere a las causas, son variadas:
- Genética.
- Respiración oral.
- Hábitos como chuparse el dedo.
- Uso prolongado del chupete.
- Posición incorrecta de la lengua.
Como afecta la maloclusión en niños a su salud y su bienestar
La lista de posibles consecuencias de una maloclusión no tratada es amplia, de ahí la importancia de hacer un diagnóstico precoz e iniciar un tratamiento correctivo lo antes posible. Entre sus efectos negativos cabe destacar algunos especialmente relevantes:
- Imposibilidad de morder o masticar bien, lo que puede derivar en malestar gastrointestinal o digestiones pesadas.
- Dificultades para hablar correctamente, ya que la posición de los dientes es clave en la pronunciación.
- Problemas para una correcta higiene dental y un mayor riesgo de sufrir enfermedades de las encías y caries.
- Alteraciones en la articulación temporomandibular (ATM), puesto que la maloclusión impide que se relaje. Al contrario, significa un esfuerzo extra que puede derivar en dolores de cabeza, cuello y espalda.
- Mayor desgaste dental en las piezas que sufren mayor presión y más probabilidades de padecer bruxismo.
- Patologías respiratorias: la posición de la mandíbula es clave para que las vías aéreas permanezcan abiertas. Si no es así, se incrementan las posibilidades de padecer ronquido y apnea obstructiva del sueño. Esta última, además, puede impedir un adecuado descanso, provocar cansancio, somnolencia y, en casos especialmente severos, interferir en el desarrollo del niño.
Todas ellas, junto a pérdida de confianza o de autoestima, son consecuencias de la maloclusión en niños. No significa que los pequeños que no tienen los dientes perfectamente alineados vayan a sufrirlas, pero sí que el riesgo se incrementa de manera destacada.
Tratamientos para corregir la maloclusión en niños
Hoy en día, la maloclusión en niños tiene tratamientos específicos y con resultados eficaces. Tratamientos que, en algunos casos, será necesario combinar para corregir la mordida y que la boca sea totalmente funcional.
El más habitual es la ortodoncia. Pero no es necesario esperar a que el pequeño tenga las piezas definitivas para seguir el tratamiento. La ortodoncia infantil Myobrace facilita un adecuado desarrollo mandibular en niños a partir de cuatro años. Mientras, Invisalign First se ha diseñado para tratar a niños de entre 6 y 10 años con dentadura mixta.
Son tratamientos cómodos para los pacientes más pequeños. Y un aspecto muy importante: los resultados se alcanzan cuando la estructura ósea está en desarrollo.
En casos especialmente complejos podría ser necesario realizar una cirugía ortognática o maxilofacial para corregir la maloclusión y restablecer la correcta función mandibular. Y como apoyo, algunos pacientes pediátricos pueden necesitar terapia miofuncional para “reeducar” sus músculos faciales y conseguir masticar o hablar correctamente.
La importancia de un abordaje multidisciplinar
La maloclusión en niños, por tanto, necesita una atención multidisciplinar. Es la forma de diseñar el tratamiento más adecuado para cada paciente, según el tipo y el grado de alteración en la mordida que presente.
La colaboración de especialistas en odontopediatría, de ortodoncistas, cirujanos maxilofaciales y fisioterapeutas es la que permite abordar con éxito los casos más complejos. Es esa atención coordinada de diferentes profesionales la que vas a encontrar en Carralero Clínica Dental Avanzada.
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