La sonrisa es uno de los rasgos que mejor definen a la persona. Sin embargo, no todo el mundo está satisfecho con la suya por motivos muy diferentes. Uno de los más comunes es que al sonreír se enseña una proporción excesiva de encía. Es lo que se denomina sonrisa gingival.
Existen diversos modos de corregir la sonrisa gingival, no todos con los mismos resultados. Nos acercamos a conocerlos con más detalle.
Cómo corregir la sonrisa gingival
Se suele considerar sonrisa gingival aquella en la que se aprecian claramente más de dos o tres milímetros de encía. Su origen puede ser muy variado. En escasas ocasiones, se debe a la hiperactividad de los músculos elevadores del labio. Lo habitual es que la causa esté en un desequilibrio en la estructura ósea de la cara o en patologías dentales como mordidas abiertas.
¿Es el bótox la solución?
Es verdad que las inyecciones de bótox ayudan a disimular el problema y a evitar que se muestre la encía al sonreír. Sin embargo, hay que ser conscientes de que no son eficaces para corregir la sonrisa gingival.
¿Cómo actúa la toxina botulínica? Lo que hace es reducir la movilidad del labio. De este modo, se consigue que no se eleve tanto al sonreír, impidiendo que la encía quede al descubierto. Si el problema de origen es óseo o dental, el bótox lo oculta, pero no es la solución definitiva.
Tendría, por otra parte, dos inconvenientes añadidos. El primero de ellos es que los efectos de la toxina botulínica se van difuminando con el tiempo, por lo que sería necesario repetir el tratamiento periódicamente. El segundo inconveniente es que, al inmovilizar en parte el labio, la sonrisa pierde naturalidad y expresividad.
¿De qué forma se puede corregir la sonrisa gingival?
El origen del problema que la provoca es el que determinará el mejor tratamiento para corregir la sonrisa gingival de forma definitiva y con un resultado armónico y completamente natural.
Un desequilibrio en las proporciones de la arcada superior respecto al labio hace que este se eleve de manera excesiva al sonreír. Y esto también puede provocarlo una mordida abierta o una sobremordida. Son patologías orales muy comunes que tienen una solución eficaz con tratamientos de ortodoncia tradicional, pero también con otros más innovadores, como la ortodoncia invisible Invisalign.
Con unos dientes perfectamente alineados, una mordida correcta y un arco dental proporcionado, los labios ya no soportarán esa tensión que los hace elevarse por encima de la línea de la encía. Se resuelve así el problema de la sonrisa gingival, pero también muchos otros derivados de una mala posición de la mandíbula o los dientes.
En ocasiones, sin embargo, para corregir la sonrisa gingival es necesario realizar pequeñas intervenciones. Ocurre cuando hay un exceso de masa ósea o de encía. El tratamiento pasa entonces por la realización de una gingivectomía, una gingivoplastia o ambas. En todo caso, se trata de rebajar la proporción de hueso, modificar la posición de la encía y retirar el tejido que sobra.
Con cualquiera de estos tratamientos se consigue corregir la sonrisa gingival, mejorar la funcionalidad de la boca y proporcionar una mayor armonía al rostro. El resultado es una sonrisa bonita, natural y expresiva.
Por todo ello, el mejor consejo es asesorarse muy bien con especialistas antes de decantarse por un tratamiento u otro, sobre todo si lo que se desea es un resultado definitivo.
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