Han sido casi dos años de mascarilla obligatoria, de no ver las expresiones de los demás y de no poder mostrar la sonrisa con absoluta libertad. Ahora, ese momento que todos deseábamos para recuperar la normalidad en nuestras vidas ya ha llegado. Solo es obligatorio su uso en contados escenarios: centros sanitarios y de mayores, interior del transporte público, farmacias y clínicas dentales.
Sin embargo, el fin de la mascarilla obligatoria y poder sonreír sin complejos no ha supuesto un alivio para todos. Seguro que a estas alturas ya has oído hablar del “síndrome de la cara vacía”, puede que incluso lo sufras y no te hayas dado aún cuenta. ¿En qué consiste? Explicado de un modo muy simple, en el temor a mostrar de nuevo el rostro en público.
Atrévete a mostrar tu sonrisa, cambiará tu vida
Para algunas personas, quitarse la mascarilla supone recuperar una inseguridad que olvidaron hace meses. Cubrirse la boca significaba ocultar esa parte de su rostro con la que no estaban satisfechos. Ahora que la mascarilla es casi historia, esa falta de confianza y baja autoestima regresan con fuerza como antes de la pandemia.
Si eres una de esas personas para quienes la mascarilla ha sido una especie de tabla de salvación, este es un buen momento para dar un giro a tu vida. Tal vez antes de la pandemia ya tenías en mente realizarte a un tratamiento dental y lo has ido postergando. O quizá es ahora cuando te das cuenta de lo importante que es mostrar una sonrisa bonita para volver a sentirte bien. Sea cual sea tu caso, merece la pena hacer una visita a tu clínica dental de confianza.
Con una nueva sonrisa podrás decir adiós definitivamente a esas inseguridades y recuperar esa normalidad que habías perdido mucho antes de la pandemia. Recuerda que sonreír es bueno para el cuerpo y la mente y que te ayudará a retomar esas relaciones sociales que también se han quedado algo aparcadas durante dos años.
Una sonrisa perfecta en menos de lo que piensas
Si todavía necesitas un pequeño empujón para decidirte, piensa que lo más seguro es que puedas mostrar esa sonrisa con la que sueñas en menos de lo que imaginas. Por ejemplo, los actuales tratamientos de blanqueamiento dental consiguen rebajar el color de los dientes varios tonos en muy pocas semanas.
¿Lo que te impide ocultar la sonrisa son dientes desiguales, demasiado pequeños o espacios interdentales muy visibles? El tratamiento adecuado son las carillas dentales. En apenas dos sesiones no solo habrá cambiado tu sonrisa, también tu rostro. ¿Por qué? Porque las más avanzadas tecnologías permiten diseñar las carillas que mejor se adapten a las facciones y ayuden a equilibrarlas.
Tampoco vas a necesitar varias visitas al dentista ni cirugías para recuperar esa pieza o piezas que perdiste hace tiempo. Las modernas técnicas en implantología dental permiten restaurar incluso arcadas completas sin apenas molestias.
Y en caso de que ahora que te quitas la mascarilla te dé algo de «vergüenza» mostrar esas líneas de expresión que han aparecido durante la pandemia, la visita a la clínica dental también puede cambiar tu vida. Con un tratamiento de rejuvenecimiento de la sonrisa parecerá que este tiempo no ha pasado por ti.
Como puedes comprobar, no hay excusas válidas para que la mascarilla siga siendo tu compañera inseparable cuando no sea necesario llevarla por obligación o precaución. Es momento de mostrar la sonrisa, de recuperar todo lo que has dejado atrás en estos últimos meses y de salir ganando en forma de boca sana y dientes bonitos.
En Carralero Clínica Dental Avanzada queremos que vuelvas a sonreír no como antes, sino mucho más. Visítanos y te propondremos el tratamiento que necesitas para volver a mostrar la sonrisa y no ocultarla más. Recuerda que contamos con un experto equipo de profesionales especializados en las diferentes áreas de la odontología y unas instalaciones y equipamiento de vanguardia.
Solicita una cita en nuestra clínica dental en Xàtiva, da el primer paso para cambiar tu vida. Pero eso sí, no olvides la mascarilla, aunque nuestro deseo sea que tu sonrisa sea la más bonita cuando te la quites, no olvides que en centros sanitarios sigue siendo obligatorio llevarla.