Son trastornos que se suelen confundir y, aunque en muchos casos vayan asociados, roncar y apnea del sueño no son lo mismo. Su origen, síntomas y tratamiento pueden ser diferentes y también las consecuencias para quien los sufre y para las personas de su entorno.
Roncar y apnea del sueño: dos trastornos diferentes
Un buen descanso es clave para la salud. Cuando no se duerme bien, aparecen el cansancio, la falta de concentración y el estrés. También aumenta el riesgo de padecer patologías cardiovasculares, obesidad o diabetes tipo 2. Incluso pueden aparecer alteraciones en el deseo sexual.
Roncar y apnea del sueño son trastornos que afectan a la calidad de vida y a la salud de quien los padece, en ese aspecto hay pocas diferencias, pero sí en otros muchos. De hecho, aunque una persona pueda sufrir ambos, roncar no significa necesariamente que haya una apnea obstructiva del sueño y quienes padecen esta no siempre roncan.
Qué es el ronquido
El ronquido es un sonido que se produce cuando el aire pasa por los tejidos relajados de la boca. Es entonces cuando el paladar blando, la base de la lengua y la campanilla vibran, pero no hay pausa en la respiración.
Su prevalencia es elevada, alrededor de un 40 % de los varones y un 20 % de las mujeres roncan, cifras que se incrementan en población de mayor edad.
Qué es la apnea del sueño
La apnea obstructiva del sueño se manifiesta en forma de pausas prolongadas de la respiración. En este trastorno se produce un cierre de las vías aéreas que se repite a lo largo del sueño. Cuando el cerebro detecta la falta de oxigenación, envía una orden para que estas se abran, lo hacen de forma brusca y a veces en forma de sonido ronco, pero no siempre es así.
Su incidencia es menor, se calcula que alrededor de un 19 % de la población padece episodios de apneas. Sin embargo, se trata de un trastorno serio infradiagnosticado.
Causas y origen
Roncar y apnea del sueño tienen factores de riesgo en parte coincidentes o, al menos, causas que favorecen su aparición o agudizan los síntomas. Es el caso de obesidad, el consumo de alcohol, el tabaco y ciertos medicamentos sedantes.
Hay otras causas, en este caso fisiológicas: amígdalas hipertrofiadas, curvatura anómala entre las fosas nasales, tabique nasal desviado, lengua demasiado grande o paladar largo. También puede haber un factor genético, en particular en la apnea obstructiva del sueño.
Tratamientos para el ronquido y la apnea del sueño
A pesar de las diferencias entre roncar y apnea del sueño, es preciso que sea un especialista quien realice un diagnóstico para poder abordar el tratamiento más adecuado, que no siempre será el mismo. Ese diagnóstico pasa por una exhaustiva exploración del paciente y la realización de una poligrafía o una polisomnografía.
En ambos casos, roncar y apnea del sueño, un cambio en los hábitos de vida (mejorar la dieta, hacer ejercicio, dejar de fumar, etc.) puede mejorar los síntomas y prevenir las consecuencias de un descanso poco reparador. Pero no siempre será suficiente.
El ronquido, en casos severos, puede requerir tratamiento quirúrgico para modificar la forma del paladar o el tabique nasal. El tratamiento de la apnea obstructiva del sueño severa, por su parte, pasará por el uso de un dispositivo (CPAP) que administra aire a presión durante el sueño para mantener las vías aéreas abiertas, aunque en ocasiones pueda ser necesaria la cirugía.
Dispositivos de avance mandibular para casos leves o moderados
Existe un tratamiento no invasivo para tratar el ronquido y la apnea del sueño en aquellos pacientes que presentan trastornos de menor gravedad. Los dispositivos de avance mandibular fuerzan la estructura de la mandíbula para que se adelante ligeramente, facilitando así el paso del aire y manteniendo las vías aéreas abiertas.
Son dispositivos que se hacen a medida de cada paciente. Son discretos y resultan cómodos de llevar, no impiden hablar, respirar o toser casi con normalidad, por lo que no suele haber problemas de adaptación a ellos.
En cualquier caso, lo importante es acudir al especialista ante el menor síntoma de cualquiera de estos trastornos. El diagnóstico y un tratamiento adecuado permitirá recuperar calidad de vida perdida y evitar las consecuencias nocivas que roncar y apnea del sueño pueden llegar a provocar.
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