Llega el verano, hay menos preocupaciones y el tiempo pasa más rápido. En esos meses todo parece más llevadero. Si has pasado por la consulta del dentista y te ha aconsejado comenzar un tratamiento de ortodoncia, bien para ti, o bien para tu hijo, las vacaciones de verano son un momento perfecto.
Razones por las que comenzar un tratamiento de ortodoncia en verano
Existen varias razones de peso que nos indican que empezar con el tratamiento de ortodoncia en esta época del año, en la que estamos más relajados y disponemos de más tiempo, puede ser la mejor opción:
Comenzar sin prisas
Durante el año, a veces, no encontramos tiempo suficiente. Los niños tienen que estudiar, enfrentarse a exámenes o disfrutar de actividades extraescolares. Y los adultos, además del trabajo, tenemos que hacernos cargo de los quehaceres diarios. Por eso, el verano es la mejor época para comenzar un tratamiento de ortodoncia, pues disponemos de algo más de tiempo.
No hay que olvidar que no se trata de una simple visita a la consulta. Es necesario hacer un estudio en profundidad de cada paciente, diseñar un plan a medida y comenzar con el tratamiento. Las pruebas necesarias llevan tiempo, como colocar los brackets o aprender las cuestiones básicas sobre los alineadores, en el caso de Invisalign.
En verano los niños no tienen colegio, de modo que no debes preocuparte de que pierdan clases. Y tú no tendrás que buscar un día libre o pedir un permiso. Eso permite iniciar el tratamiento con mucha más calma.
Molestias más llevaderas y más tiempo para acostumbrarse
Los modernos aparatos de ortodoncia son mucho más discretos y cómodos que los de hace unos años. Sin embargo, es lógico sufrir algunas molestias al principio. Puede aparecer un ligero dolor y hay que acostumbrarse a comer con algo más de precaución. Si no hay obligaciones, el proceso será mucho más fácil y, en el caso de los escolares, no interferirá en sus estudios.
Un caso especial es el de Invisalign o Invisalign Teen, que trabaja con unos alineadores trasparentes que apenas se notan y que son removibles. Algunos jóvenes pueden tener la tentación de quitárselos y olvidarse de ponérselos de nuevo. Si están contigo, puedes vigilar que los lleven el mayor tiempo posible. Y es importante, porque de ello depende el éxito del tratamiento. En verano tienen tiempo para acostumbrarse a llevarlos, así, cuando comience el curso, no habrá ningún problema.
Adquirir mejores hábitos de higiene
Llevar un aparato de ortodoncia requiere extremar la limpieza. Hay que dedicarle un poco más de tiempo, sobre todo en el caso de llevar brackets. Si no hay prisa por salir hacia el colegio o el trabajo nada más desayunar, se puede dedicar un tiempo extra al cepillado.
Pero antes, hay que aprender buenas técnicas de higiene para impedir que la suciedad se acumule y para limpiar en zonas a las que no se llega fácilmente. Manejar con soltura el hilo dental o los cepillos interdentales va a ser muy importante. Y ¿qué mejor que tener más tiempo para practicar nada más comenzar un tratamiento de ortodoncia?
Después del verano ya se verán resultados
Pasa pronto, pero en el caso de los más jóvenes, el verano resulta más largo. Por eso, con la vuelta a la rutina se comenzarán a notar los primeros resultados del tratamiento de ortodoncia. Si los demás lo notan, será un pequeño aliciente para continuar con él y para no saltarse ninguna de las recomendaciones que haya dado el especialista.
Siempre es un buen momento para comenzar un tratamiento de ortodoncia, pero el verano es una época ideal porque permite superar las incomodidades normales de las primeras fases sin que ello afecte a la actividad cotidiana.
Puedes solicitar ya una cita sin compromiso en nuestra clínica dental en Xàtiva y comenzaremos a mejorar tu sonrisa o la de tu hijo. En Clínica Dental Carralero contamos con los mejores profesionales en ortodoncia. Además, realizamos todo tipo de tratamientos, algunos tan avanzados como Invisalign Teen o Invisalign First. No esperes más y aprovecha las ventajas del verano para comenzar un tratamiento de ortodoncia.
