La implantología dental ha evolucionado de manera significativa en los últimos años gracias tanto a avances médicos como tecnológicos. Pacientes que antes no eran candidatos idóneos para este tipo de tratamientos ahora sí pueden recuperar una dentadura completa y totalmente funcional. De hecho, existen diferentes técnicas para realizar implantes dentales sin hueso.
La mejor decisión es reponer la pieza perdida cuanto antes para evitar así que se inicie un proceso de reabsorción ósea. Si esta ya se ha producido, la elección por parte del especialista de entre los diferentes implantes dentales sin hueso dependerá de las características de cada paciente.
Que causa la pérdida de hueso
El hueso alveolar es el soporte de los dientes. Pero a pesar de ser una estructura resistente, hay factores que pueden debilitarlo y provocar incluso su reabsorción. Tres son los principales:
- Periodontitis: aunque se asocia con daños irreversibles en la encía, también provoca retracción ósea.
- Piezas dentales que se han perdido y no se reponen: la ausencia de piezas hace que el hueso pierda su función, lo que provoca que se debilite y reabsorba.
- Roce de prótesis dentales: la fricción constante no solo puede producir desgaste óseo, sino que este se agrava por la ausencia de piezas dentales.
La pérdida de hueso alveolar tiene diferentes efectos: movimiento dental para cubrir los huecos de las piezas perdidas, desalineación y movilidad de los dientes, retracción de los labios y un aspecto envejecido. Pero además de todo ello, la retracción ósea complica la colocación de los implantes tradicionales.
Implantes dentales sin hueso
Para poder realizar con éxito implantes dentales sin hueso, el primer paso imprescindible es la realización de un exhaustivo estudio radiológico. El análisis de esa información ayudará al implantólogo a decidir el mejor tratamiento para cada paciente:
Implantes personalizados en 3D
Es una de las técnicas de implantes dentales sin hueso más avanzadas. Mediante un TAC se obtiene una imagen precisa de la estructura ósea del paciente. Gracias a la tecnología 3D se fabrica a medida una malla de titanio que se ancla al hueso existente y que garantiza una adecuada sujeción de las fijaciones que soportarán la prótesis.
Los implantes personalizados en 3D permiten la rehabilitación protésica de pacientes con atrofias maxilares severas en los que otro tipo de implantes no ofrecen las suficientes garantías de éxito.
Implantes zigomáticos
Este tipo de implantes dentales sin hueso se fijan en la zona del pómulo. Para ello, su longitud es sensiblemente mayor que la del resto de implantes, entre 30 y 55 mm. Los implantes zigomáticos son idóneos para pacientes edéntulos con pérdida ósea severa en el maxilar superior.
Implantes pterigoideos
Su longitud es también mayor que la de los implantes convencionales, en este caso, entre 15 y 20 mm. Al igual que los zigomáticos, los implantes pterigoideos se colocan en la arcada superior de la cavidad oral, pero se fijan a las apófisis pterigoides, en la parte posterior del maxilar. Otra característica común de ambos implantes sin hueso es que evitan la necesidad de realizar injertos.
Implantes cortos
Tienen menos de 8 mm de longitud. Se colocan en pacientes en los que no son viables otro tipo de implantes porque existe riesgo de perforar el seno o causar daño en el nervio dentario. También es una opción cuando no se desea o no es factible realizar injertos óseos.
Técnicas regenerativas
El objetivo es aumentar el volumen óseo para garantizar la correcta colocación de implantes:
- Injertos: se realizan con materiales biocompatibles que no provocan rechazo y que se integran en cuestión de semanas. Es una técnica que solo requiere anestesia local y que en algunos casos se puede realizar a la vez que se colocan los implantes.
- Elevación de senos: es un tipo de injerto muy específico que se puede realizar solo en la zona maxilar anterior.
- Plasma rico en factores de crecimiento: estimula la regeneración de tejidos mediante la aplicación de cierto tipo de proteínas obtenidas de plasma sanguíneo del propio paciente. Es una técnica que se emplea para mejorar la regeneración ósea, apoyar los injertos y facilitar la osteointegración.
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La especialización y la experiencia son fundamentales
Los implantes dentales sin hueso son tratamientos habituales en odontología. Requieren de anestesia local y el paciente consigue una dentadura completa y funcional. Además de ello, el postoperatorio no ocasiona grandes molestias.
Sin embargo, debes tener en cuenta que, al igual que ocurre cualquier otro procedimiento médico, estos implantes no están exentos de cierta complejidad. Por ello, es fundamental que confíes solo en profesionales cualificados y con experiencia.
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