Es habitual que los padres vigilen el sueño de sus hijos, sobre todo cuando estos son muy pequeños. En ocasiones perciben que dejan de respirar durante unos segundos y saltan todas las alarmas. No hay que dejarse llevar por el pánico, esas pausas en la respiración son uno de los síntomas más evidentes de la apnea del sueño infantil. Se trata de un trastorno que, según los estudios, afecta alrededor de un 2 – 3 % de la población infantil, especialmente en edad preescolar.
El hecho de que los padres sean capaces de detectar e identificar en un primer momento sus síntomas es fundamental. El descanso es uno de los factores que incide directamente en el desarrollo de los niños y eso significa que el diagnóstico y el tratamiento precoz son claves para evitar las consecuencias negativas que la apnea del sueño infantil puede provocar.
Síntomas de la apnea del sueño infantil
Esas pausas en la respiración, el hecho de que esta se realice por la boca, así como el ronquido, son síntomas comunes a la apnea del sueño, tanto en niños como en adultos. También lo son el cansancio o la irritabilidad.
Sin embargo, existen algunas diferencias relevantes en el caso de los pacientes pediátricos que los padres deben tener en cuenta, sobre todo cuando los niños son mayores y ya no se controla tanto su sueño:
- Una excesiva somnolencia diurna.
- Terrores nocturnos, hablar en sueños y sonambulismo.
- Enuresis, es decir, falta de control de los esfínteres.
- Problemas conductuales que pueden confundirse con hiperactividad.
- Bajo rendimiento escolar e intelectual.
- Dificultad para controlar las emociones y para las relaciones sociales, llegando a la agresividad.
Todos ellos son síntomas que no necesariamente están relacionados con la apnea del sueño infantil. Pero que conviene no pasarlos por alto, sobre todo cuando no hay causa aparente que los desencadene.
Tipos de apnea del sueño en niños
Existen dos tipos de apnea y es interesante que los padres los conozcan, aunque sea a grandes rasgos:
Apnea central del sueño
Afecta sobre todo a bebés, a niños muy pequeños. Su origen está en la inmadurez del cerebro, que no envía las señales adecuadas a los músculos que intervienen en la respiración. Por ello, pueden mostrar una respiración irregular, incluso con alguna pequeña pausa. Lo habitual es que a partir de los tres meses los niños presenten ya un patrón de respiración completamente regular.
Un nacimiento prematuro, algunos trastornos genéticos, así como patologías que afectan al sistema nervioso o al cerebro también pueden causar este tipo de apnea.
Apnea obstructiva del sueño
Es el tipo de apnea del sueño infantil más común en niños algo más mayores y en adolescentes. Se produce cuando las vías respiratorias superiores se bloquean por una excesiva relajación muscular que, a su vez, hace que lengua, garganta y paladar blando colapsen momentáneamente.
Las causas de este tipo de apnea son diferentes a las de la apnea central del sueño. Pueden ir desde hipertrofia de las amígdalas, a obesidad, anomalías en las vías respiratorias, alteraciones en la estructura de la boca, malformaciones congénitas o incluso antecedentes familiares de apnea. Otras casusas, aunque menos frecuentes pasan por patologías como asma, alergias o reflujo.
A esas edades, a partir de los tres años, es importante tener muy en cuenta cualquiera de los síntomas mencionados. Si se manifiestan de manera evidente y reiterada, lo recomendable es acudir al médico para que realice un diagnóstico e inicie el tratamiento adecuado.
Cómo se diagnostica y se trata la apnea del sueño infantil
El diagnóstico se realiza mediante una exploración física y la realización de pruebas como un polisomnograma para controlar el patrón del sueño y una oximetría para detectar periodos en los que los niveles de oxígeno en sangre sean inferiores a lo normal.
Una vez diagnosticada la apnea del sueño infantil es necesario determinar su origen para iniciar el tratamiento adecuado. Así, este puede pasar por la extirpación de las amígdalas, por realizar dieta para perder peso, por reforzar los músculos de la zona mediante terapia o por tratamientos dentales como la ortodoncia para corregir anomalías en la cavidad oral.
Ese tratamiento es fundamental para garantizar el bienestar del niño, para mejorar su calidad de vida y evitar que la apnea del sueño infantil pueda tener consecuencias que afecten a su desarrollo físico y emocional y a su vida de adulto.
Si has notado algún síntoma de apnea en tu hijo, no demores la visita al médico. También puedes acudir a nuestra clínica dental en Xàtiva si crees que ese síntoma puede tener relación con su boca.
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