Con la prohibición de fumar en espacios públicos, muchas personas se ‘cambiaron’ al cigarrillo electrónico. Primero para evitar la prohibición y más tarde, cuando también se limitó su uso, con la idea de que estos dispositivos eran menos perjudiciales que el tabaco y ayudaban a dejar de fumar. Pero realmente no es así.
Cigarrillo electrónico y salud oral están muy relacionados, y no es precisamente una relación saludable. Ser conscientes de ello centra los esfuerzos de investigaciones, estudios y campañas como la emprendida por el Observatorio de la Profesión Sanitaria. Porque la única forma eficaz de evitar los terribles daños que provoca el hábito de fumar es abandonarlo, en cualquiera de sus fórmulas.
¿Cómo es la relación entre cigarrillo electrónico y salud oral?
El hecho de que los cigarrillos electrónicos se rijan por la normativa antitabaco ya da una idea de sus efectos. Su venta está prohibida a menores, también está prohibida su publicidad en cualquier medio, y su uso está muy limitado en espacios públicos.
A nivel general, los cigarrillos electrónicos liberan nicotina y otras sustancias peligrosas que pueden provocar daños en el aparato respiratorio similares a los del tabaco. Y como él, crean adicción. Limitándonos a la relación entre cigarrillo electrónico y salud oral, pueden ser devastadores, como recoge un estudio publicado en el International Journal of Odontostomatology:
- Aunque los niveles de toxicidad son menores que en el tabaco convencional, estos existen y son elevados.
- Los cigarrillos electrónicos que desprenden nicotina generan necrosis y daños en el ADN de las células periodontales. Esto aumenta la posibilidad de sufrir infecciones.
- Se han registrado casos de traumatismos severos en el área maxilofacial por la explosión de ese tipo de dispositivos mientras se usaban. También existe riesgo por sobrecalentamiento.
De esta manera, es la salud oral la primera que se ve afectada por el uso de cigarros electrónicos, ya que al aspirar las sustancias que liberan, estas envuelven los tejidos bucales.
Y mención especial merece la nicotina, que incluso en cantidades pequeñas puede afectar a los vasos sanguíneos, reduciendo su respuesta al ataque de las bacterias que colonizan la cavidad oral. De esta manera, se puede estar promoviendo la aparición de enfermedades bucodentales tan serias como la periodontitis.
La nicotina, además, tiene otro efecto: reseca las mucosas, que dejan de producir saliva en la cantidad adecuada. Esto significa que las mucosas se irritan con más facilidad y los dientes pierden un primer escudo de protección para luchar contra la caries. Y no solo eso, sino que la sequedad bucal es uno de los factores comunes de la halitosis.
Queda por demostrar cómo evoluciona a largo plazo esa relación entre cigarrillo electrónico y salud oral, aunque se sospecha que el daño celular que provocaría puede ser un factor de riesgo en ciertos tipos de cáncer bucal.
Por todo ello, la mejor decisión que se puede tomar para proteger la salud de la boca y del organismo en general es abandonar el hábito del cigarrillo en cualquiera de sus formas. Es difícil y requiere fuerza de voluntad, pero con empeño y el apoyo de profesionales se puede conseguir.
Uno de los primeros pasos debe ser, precisamente, acudir a especialistas, ya sean médicos u odontólogos como los de nuestra clínica dental en Xàtiva. Si te preocupa tu salud y te has planteado dejar de fumar, en clínica Dental Carralero estamos dispuestos a ayudarte a conseguirlo y a luchar contra los daños que el humo ya ha provocado en tu boca. Pide cita ya y empieza a vivir sin humo.