El flúor es una sustancia que aplica el odontólogo a las piezas dentarias, para evitar futuras lesiones de caries dental. Ha sido comprobado que hace más resistente al esmalte de los dientes, evitando que sea dañado por la acción de las bacterias y los ácidos que se forman luego de haber comido y no haberse cepillado.
Se recomienda aplicar flúor en el consultorio, desde que el niño cumple 1 – 2 años de edad y desde entonces hacerlo cada 4 – 6 meses, dependiendo del riesgo de caries de cada niño.
La aplicación del flúor también es un procedimiento sencillo y que no le produce molestias a los niños. Se aplica durante 2 – 4 minutos y luego el niño no podrá comer ningún alimento ni tomar agua durante 30 minutos, para que su acción sea más intensa.
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